Tenemos chica nueva en la oficina!
Se trata del Samsung Galaxy Note. El nuevo concepto de híbrido entre tablet y teléfono de la firma coreana.
Vamos a analizarlo un poquito en nuestras impresiones personales porque reportajes de sus características técnicas “en bruto” tenéis por Internet a patadas.
Una primera foto:
En ella, abajo a la izquierda, tenemos al magnífico y muy maltratado por la historia Nokia N810. El N810 era el tercero de una generación de dispositivos que Nokia se encargó de crear y destruir casi al mismo tiempo. A mi, dicho concepto me encantaba: aparato de generosas dimensiones, magnífica pantalla y con la conectividad por bandera. Pero con el abandono de Nokia sus partidarios nos quedamos huérfanos hasta la llegada del Dell Streak. Arriba a la izquierda tenemos el Nokia N900, el ¿sucesor? del N810. El N900 fue una magnífica máquina en cuanto a prestaciones técnicas pero su talón de Aquiles fue, como en el caso del N810, el abandono a su suerte casi inmediato por parte de Nokia. Además, el N900 tenía el, para mi, insalvable handicap de su menor pantalla lo cual fue un clarísimo paso atrás. Sus prestaciones técnicas me enamoraron desde el principio, su pantalla me decepcionó casi en cuanto lo tuve entre mis manos.
Finalmente, a la derecha tenemos el Galaxy Note. Lo que pudo ser el N900 y Nokia no quiso que fuera. Cómo podéis comprobar, un gadget que sobresale por sus características técnicas y… su tamaño.
Me gustan los zapatófonos. Es algo muy personal, que no todo el mundo comparte. Para mi (como para las chicas por mucho que se empeñen en decir lo contrario para no acomplejarnos) el tamaño sí que importa, je,je,je.
Por tanto, en cuanto a dimensiones, perfecto para mi. Aunque todavía psicológicamente tengo que superar comentarios del tipo: “Eh, tío, te está sonando la tele…”.
El aparato es magnífico. Sin más. Aunque tiene también algunos puntos débiles. Por ejemplo, la posición de los botones de encendido y de volumen. El primero en la parte de arriba del lateral derecho. Los segundos en la parte de arriba del lateral izquierdo con lo que cuando coges el Note en apaisado para hacer una foto o un vídeo hasta que no te acostumbres fijo que los presionas sin querer. Por Dios… ¿en qué estarían pensando en el departamento de diseño los de Samsung?
Ver fotos y vídeos en este chisme es una gozada. Realmente es ahí donde destaca. Y eso que en Samsung no echaron el resto con la pantalla y bajo ciertas condiciones puedes apreciar los pixeles, sobre todo en los colores rojos. Pero para eso hay que acercarse mucho y no necesitamos hacerlo gracias a las dimensiones de la pantalla. ¿Es esto un pecado? Bueno… habiendo visto la pantalla de los iPhone… sí. Para compensarnos un poco de esto, el Note tiene USB-Host “out of the box”. ¿Qué significa esto? Pues que con un cable de USB a micro-USB podemos enchufar cualquier gadget USB: memorias flash, ratones, teclados, etc. Podéis dejar volar vuestra imaginación porque este solo detalle pone a este chisme en órbita respecto a cualquiera de sus actuales competidores. La única limitación aquí sería la ausencia de drivers apropiados, pero hay mucho manitas suelto por esos mundos de Internet.
El Note viene con Android en su versión Gingerbread. Está bien… las opciones de configuración del sistema operativo y de cada programa son como para perderse. Un auténtico laberinto al que todavía estoy por adaptarme. Sobre todo teniendo en cuenta que vengo del Nokia N900, con sistema operativo Maemo, mucho más sencillo en cuanto a menús pero con la versatilidad de un auténtico sistema GNU/Linux en sus entrañas. A los que no nos importa este tipo de detalles eso da igual, pero para los que sí nos importa diré que Maemo es un sistema operativo GNU/Linux completo, Android no pasa de ser poco más que un lanzador de aplicaciones. Y he aquí el gran salto para mi. Maemo cuenta con unas cuantas decenas de aplicaciones. Android tiene miles. Con Maemo puedo administrar un silo de misiles balísticos y provocar una hecatombe mundial. Con Android puedo ver en tiempo casi real los resultados de los partidos de liga…
Y, por ahora, esto es todo. Voy a seguir estrujando el nuevo juguete y limpiándole las babas. Bye!!
viernes, 10 de febrero de 2012
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